miércoles, 4 de mayo de 2016

En el concierto de las aguas

Se mueven solas las aguas
con una vocación incontenible
que sólo ellas conocen...

Se mueven solas,
sin tregua ni freno,
van construyendo todo paisaje
en su camino
con un impulso vital
que lo alimenta todo,
que lo devasta todo.

Su maravilloso concierto
no se detiene nunca,
su melodiosa música
no cesa en ningún momento,
ni su ímpetu se apacigua
sobre ningún territorio,
grande o pequeño,
ni en ningún intersticio
olvidado o desconocido,
ni en se entretiene demasiado
entre los diques ni en las grietas.

El movimiento de las aguas
no se detiene nunca
ni siquiera cuando parecen quietas
o apacibles...

Su estancamiento 

es un simulacro
para miradas imprudentes
que no escuchan 

ni disfrutan
su maravilloso espectáculo.

En su interior
siempre hay algo
queriendo marcharse,
algo pequeño,
insignificante,

una pequeña voracidad
que se despliega en el mundo
removiéndolo todo,
reviviéndolo todo,
pequeña humedad
que se hace presente
reclamando su propio sosiego,
buscando con total desenfreno
el ritmo y el suave equilibrio
de su fuerza inquebrantable,
de ese espíritu oceánico
que le da forma a su devenir...

con el que cincelan el mundo.

jueves, 3 de marzo de 2016

Mujer infinita de luces infinitas...

Finalmente te asesinaron,
mujer infinita de luces infinitas,
pero así confirman todo lo que no saben de ti,
todo lo que no comprenden sobre tu lucha,
sobre el corazón con el que un día decidiste
—no ahora, sino hace mucho—
entregarle tu vida y tu muerte,
y tu sufrimiento
y también tu alegría
—tu alegría amorosa de todos los días—,
a una batalla perdida de antemano,
cien veces,
o mil
o un millón de veces,
todo el tiempo,
desde siempre,
en todos los lugares.


No cabe duda de que siempre tuviste perdida esa
y todas las batallas,
mujer infinita de luces infinitas,
en sus mentes, en sus cortas imaginaciones,
en sus corazones que no entienden nada
ni del amor ni de la justicia
ni de lo irrenunciable
ni de lo que no se vende ni puede comprarse,
ni de lo que no se puede
ni mucho menos de lo que sí se puede
con una pequeña claridad viviendo en el corazón,
ni del por qué, ni con qué amor,
un día, tan triste como hoy,
se puede decidir perder todas las batallas,
pues en tu corazón sabías que esta guerra,
la guerra interminable de todos los días
—a final de cuentas—
la tenías ganada en ti y para todos
en todos esos lugares de feliz encuentro,
siempre,
desde siempre,
para siempre,
mujer infinita de luces infinitas…


Te inventaste un corazón
y fuiste un corazón para todos,
con tus acciones y palabras
dejaste sembrada la tierra irrenunciable,
el espacio común,
la comunidad de un cuerpo vivo
—siempre vivo—
a pesar del desamparo,
del abandono y la renuncia,
de los interminables desplazamientos,
de las desgarraduras cotidianas,
del dolor infinito en un duelo interminable.


Hoy,
con tu muerte no termina tu vida,
que es la vida de muchos que estuvieron ahí,
antes de ti,
y que seguirá latiendo en muchos
con la poderosa fuerza intempestiva
de un amor furioso
y en duelo interminable,
después de ti,
gracias a ti,
gracias a tu esfuerzo inquebrantable
de todos los días
y a tu muerte que hace mucho
entregaste a la vida

...mujer infinita de luces infinitas.

sábado, 20 de febrero de 2016

Vengo con tu recuerdo

Vengo con tu recuerdo 
a la hora convenida,
despojado de todo sinsentido, 
con la soledad derrotada,
sin tristeza en mi cuerpo,
con una sonrisa dibujada en los labios,
con un deseo extraviado en una vieja noche,
recuperado ahora 
sólo para ti,
con la alegría cómplice guardada en el olvido,
en el silencio,
nuestro silencio,
en nuestra distancia insoportable,
incomprensible,
aparentemente inquebrantable,
con una memoria viva en mi cuerpo inquieto,
en mi carne salvaje que aún te espera…






viernes, 22 de enero de 2016

Ejercicios de libertad I



No sé hacia donde se fue volando tu amor, pero eso ahora ya no importa si de cualquier manera, al volar, tu amor logra desplegar, junto con sus alas, la poderosa alegría de la libertad.